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La clave no es solo eficiencia, así se construye una cadena de suministro superproductiva

Adaptabilidad, agilidad, uso estratégico de la tecnología y una planeación colaborativa son los nuevos pilares para lograr cadenas altamente productivas.

En un entorno cada vez más complejo, donde los patrones de consumo cambian rápidamente y los costos logísticos se disparan, la eficiencia ya no es suficiente.

Durante el panel Más allá de la eficiencia: cómo lograr una cadena de suministro superproductiva, realizado por #SoyLogístico Asociación, especialistas coincidieron en que el verdadero diferenciador está en la capacidad de adaptarse, anticiparse al mercado y construir cadenas resilientes que no solo respondan a las exigencias actuales, sino que evolucionen con el cliente.

En ese sentido, adaptabilidad, agilidad, uso estratégico de la tecnología y una planeación colaborativa son los nuevos pilares para lograr cadenas altamente productivas.

Roberto Briones, director ejecutivo de Logística y Distribución en Farmacias del Ahorro, explicó que los incrementos en costos logísticos, especialmente en arrendamientos industriales, han obligado a las empresas a repensar sus modelos.

“Lo que nos ha funcionado es generar mayor productividad desde las personas, con esquemas de incentivos variables que motivan a los equipos a empujar la productividad, no solo a recibirla como una imposición”, compartió.

Además, Farmacias del Ahorro ha encontrado en la venta de servicios logísticos a terceros una vía para diversificar ingresos y compensar los aumentos de costos.

Por su parte, Juan Carlos Aderman, Head of Transport Latam en DHL Supply Chain, subrayó que en un entorno cambiante como el latinoamericano, las cadenas no pueden ser estáticas.

“Lo más importante es la adaptabilidad. La tecnología es esencial, pero también lo es la capacidad de cambiar procesos y modelos de negocio rápidamente”, comentó.

Según Aderman, la clave está en ajustar las operaciones constantemente y fomentar el aprendizaje continuo dentro de los equipos.

Héctor Cabrera, Head Demand Planning en Kraft Heinz, destacó que el consumo en México muestra señales de contracción, con un crecimiento moderado enfocado principalmente en marcas propias y productos de bajo precio.

“La planeación de la demanda debe ser más ágil e integrada. Ya usamos machine learning para pronósticos, pero ahora lo crucial es incorporar información en tiempo real desde el punto de venta y coordinarla con producción, compras y distribución”, señaló.

Roberto Briones recalcó que el entendimiento profundo del cliente y el uso ágil de la información son determinantes.

“Hoy, no solo enfrentamos alta variabilidad en la demanda, sino que además las estacionalidades tradicionales están desapareciendo. La omnicanalidad nos permite captar estos cambios a tiempo y reaccionar de forma más inteligente”, apuntó.

Los panelistas coincidieron en que, más allá de la tecnología, las habilidades clave que escasean son el análisis profundo de causas raíz, la capacidad de contar historias (storytelling) para comunicar el valor de las soluciones logísticas al negocio y la alfabetización en datos.

“Nos hace falta formar equipos que puedan entender, aplicar y explicar datos. No basta con tener las herramientas, hay que saber para qué sirven y cómo convencer a la organización de usarlas”, dijo Héctor Cabrera.

Los especialistas también señalaron que la complejidad logística actual exige elegir cuidadosamente las herramientas tecnológicas adecuadas.

“No se trata de llenarse de tecnología. La verdadera aplicación está en simplificar procesos repetitivos y analizar patrones de consumo con datos actualizados. De lo contrario, se pueden tomar decisiones equivocadas basadas en información desfasada”, explicó Briones.

Héctor Cabrera agregó que la industria avanza hacia la integración de agentes de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la planeación de suministro en tiempo real, con tecnologías como los gemelos digitales (digital twins) que permiten simular escenarios y tomar decisiones más acertadas.

En tanto, Juan Carlos Aderman remarcó que, aunque las cadenas se vuelven más tecnológicas, el foco debe seguir siendo el cliente.

“La superproductividad no viene solo de tener almacenes, inventarios o camiones; viene de entender a tu cliente, su mercado y sus necesidades reales. Eso te dirá qué tecnología usar, cuánto inventario tener y cómo diseñar la operación”, aseguró.

Transformación con el equipo, no sin él

Los panelistas coincidieron en que la transformación logística no implica desplazar a las personas, sino empoderarlas con herramientas adecuadas para que sean más productivas.

Destacaron que la colaboración entre áreas debe estar sustentada no solo en la buena voluntad, sino en procesos robustos que obliguen a sincronizar la información desde el origen.

“Cuando los datos no se integran desde el principio, la cadena se detiene. Por eso, es necesario estructurar los procesos de forma disciplinada para asegurar una operación fluida”, subrayó Briones.