Tanto si trabajas en el mundo de la logística como si no, es común ver en redes sociales y en conversaciones cotidianas quejas, comentarios y hasta memes de personas que desean poder seguir sus paquetes en tiempo real.
La idea suena atractiva, y como usuario, confieso que también me gustaría tener la tranquilidad de saber dónde está un envío en todo momento. La posibilidad de revisar el estado exacto del paquete no solo parece conveniente, sino que se ha vuelto un deseo creciente en esta era digital de inmediatez.
Sin embargo, como profesional en telemática, tengo una perspectiva muy distinta sobre esta práctica, y las razones de fondo son más complejas y menos evidentes: principalmente, el rastreo en tiempo real puede poner en riesgo la seguridad de los paquetes, conductores y usuarios.
Para las empresas que trabajan en soluciones tecnológicas para la gestión de flotas, como la mía, la protección de datos de los clientes y la seguridad de los envíos representan prioridades. Una solución de rastreo en tiempo real permitiría visualizar con exactitud la ubicación de un paquete y su trayectoria, pero esta información sensible, si no se maneja con extremo cuidado, podría quedar expuesta a terceros.
Las flotas de transporte y distribución enfrentan hoy desafíos en cuanto a la protección de datos y el cumplimiento de las regulaciones de privacidad, ya que no solo se trata de garantizar la entrega puntual, sino de asegurar que los datos de localización y la información personal de los conductores estén protegidos. La exposición pública de esta información podría hacer vulnerables tanto a los paquetes como a las personas involucradas en la cadena de entrega. La preocupación por la privacidad es crucial, especialmente en un contexto en el que el riesgo de robo o interceptación de las rutas es real, como advierte DHL en su análisis sobre la protección de datos en la logística (DHL, 2024).
Las quejas de los usuarios no son infundadas, ya que el deseo de transparencia en los envíos va en aumento. Sin embargo, detrás de esta demanda existen riesgos concretos. El rastreo de paquetes y su monitoreo en tiempo real no solo haría posible para los destinatarios saber dónde está su entrega, sino que también lo haría visible para individuos con intenciones maliciosas.
En países y contextos donde la seguridad es un tema complejo, esto podría significar una puerta abierta a situaciones de riesgo, desde robos hasta interceptación de rutas. El cumplimiento de las regulaciones de seguridad y privacidad se convierte en un eje central en el que las empresas deben trabajar arduamente para encontrar el equilibrio entre la accesibilidad y la protección. De acuerdo con la visión de TCI Transportation, el rastreo en tiempo real es clave para mejorar la eficiencia logística, pero también implica riesgos si no se gestiona adecuadamente la seguridad de los datos (TCI Transportation, 2024).
Es fundamental entender que la ciberseguridad no es una barrera o una limitación para los consumidores, sino una acción responsable y necesaria para proteger tanto sus datos como la integridad de los procesos logísticos. La razón por la que no se ofrece rastreo en tiempo real de manera tan accesible es porque esta información puede ser vulnerable a riesgos cibernéticos. Por ejemplo, si los datos de ubicación de un paquete se hacen públicos, los posibles atacantes podrían interceptar el paquete en tránsito, lo que no sólo comprometería el paquete en sí, sino también la seguridad de los conductores y de las personas que reciben los envíos. Las empresas tienen la responsabilidad de velar, no solo por la entrega puntual, sino también por la seguridad de todos los involucrados en la cadena logística.
Y como líder en un sector cuyo trabajo es apoyar a estas empresas a brindarle el mejor servicio al consumidor final, el objetivo, entonces, es ofrecer soluciones tecnológicas que permitan monitorear la cadena de entrega de forma segura, sin comprometer la privacidad y la protección de quienes forman parte del proceso.
Fuente – T21