El proyecto mexicano podría generar entre 8 y 10 mdd diarios en cinco años, dinamizando Oaxaca y Veracruz con desarrollos ferroviarios, portuarios e industriales, sin competir con el Canal de Panamá.
Uno de los proyectos emblemáticos del presidente Andrés Manuel López Obrador es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). Este proyecto no solo incluye desarrollos ferroviarios, sino también la utilización de infraestructura portuaria y la creación de parques industriales, con el objetivo de dinamizar económicamente los estados de Oaxaca y Veracruz por donde atraviesa.
Se estima que, en un plazo de cinco años, cuando el proyecto alcance su máxima capacidad, podría generar entre 8 y 10 millones de dólares diarios, según Carlos Sedano Rodríguez, titular de Promoción de Inversiones y Desarrollo Comercial del CIIT.
Aunque a menudo se compara con el Canal de Panamá por ser un cruce logístico que conecta el océano Pacífico con el Atlántico, el CIIT percibiría menos del 10% de las ganancias diarias del Canal de Panamá, que ascienden a 100 millones de dólares diarios, según cifras presentadas por Sedano en un evento en la Ciudad de México.
Sedano subraya que no es adecuado comparar el CIIT con el Canal de Panamá, ya que “no es una competencia que queremos tener”. Mientras que el Canal de Panamá se limita al traslado de mercancías de un punto a otro, el CIIT busca atraer mercancías para su procesamiento o manufactura y luego exportarlas como productos terminados.
De los 10 polos de desarrollo previstos, siete ya han sido licitados a la iniciativa privada. Se espera que, gradualmente, las empresas comiencen a instalarse y a generar el dinamismo económico proyectado.
“Tenemos la oportunidad de mover contenedores, carga líquida y carga en granos. Actualmente, se manejan 9,000 contenedores al año, y con la renovación de las vías, podríamos llegar a más de 100,000 contenedores en tres años”, afirma Sedano.
Hasta el momento, el proyecto ha recibido una inversión de 120,000 millones de pesos del gobierno federal, a lo que se suma la inversión de las entidades por donde cruza. Además, cuenta con 315 kilómetros de vía en operación.
El 22 de diciembre del año pasado, el presidente López Obrador inauguró en Salina Cruz, Oaxaca, la Línea Z del servicio de pasajeros, que va de Coatzacoalcos, Veracruz, a Salina Cruz. Sin embargo, desde entonces, la información disponible sobre el proyecto ha sido limitada.
El proyecto inició operaciones de manera parcial, ya que aún faltan por desarrollar algunos puntos estratégicos. Por ejemplo, se licitaron dos terminales de usos múltiples en ambos puertos, que todavía están en construcción y se espera que comiencen a funcionar en tres años, con la capacidad de mover hasta 150,000 contenedores anualmente.
“El proyecto se basa en dos ejes: una plataforma logística y una plataforma industrial. La plataforma logística incluye transporte multimodal, carretero y ferroviario, nuevas terminales especializadas en contenedores, una profundidad natural de 24 metros para buques Neopanamax en Salina Cruz y el ferrobuque hacia el Puerto de Mobile en Estados Unidos desde Coatzacoalcos. La plataforma industrial abarca 10 polos con aproximadamente 3,000 hectáreas, que se transformarán en insumos de la región”, detalla Raúl Ruíz Robles, secretario de Desarrollo Económico del Estado de Oaxaca.
El proyecto también busca incentivar actividades productivas en sectores como la agroindustria, construcción, turismo, electrónica, electromovilidad, servicios de salud, petroquímica y farmacéutica. Además, se planea extender hasta Puerto Chiapas, aunque aún no hay mucha información al respecto.
La propuesta incluye el uso de la línea FA, de 329 kilómetros, que conecta Coatzacoalcos, Veracruz, con Palenque, Chiapas, enlazándose con el Tren Maya, y la puesta en marcha de dos polos de desarrollo que “aún están en negociación”, según Ruíz.
El proyecto sigue en desarrollo, representando una ambiciosa apuesta para promover y atraer inversiones en una región que históricamente ha estado rezagada en términos de industrialización en México.
“No es un Canal de Panamá”, concluye Ruíz. “Aunque transportaremos mercancías, nuestro objetivo es agregar valor en los 10 polos de desarrollo. Contamos con vocaciones productivas naturales, y necesitamos que estos polos de bienestar, como los llama el presidente, también brinden oportunidades de transferencia tecnológica a las personas”.
Fuente – Expansión