El Corredor Interoceánico de México y el complejo industrial de Texistepec están emergiendo como un nodo de desarrollo clave que conecta el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, y como un centro para el transporte y el comercio internacional.
El corredor, que abarca 300 km y une dos de los principales puertos del país, ofrece importantes oportunidades para el desarrollo económico en las regiones menos desarrolladas del sur y sureste de México.
Este informe, elaborado en conjunto con MexStrategy, explora el panorama de inversión industrial del corredor con un estudio de caso centrado en el complejo industrial de Texistepec, desarrollado por la empresa ProIstmo, destacando su papel en la estimulación de la creación de empleo y el desarrollo de infraestructura en conjunto con los otros nueve complejos a lo largo del corredor. Centrándose en la eficiencia logística, los proyectos de infraestructura y el impacto socioeconómico, el informe describe el potencial del corredor para atraer 50 mil millones de dólares en inversiones y generar 500 mil empleos directos para 2050.
En el contexto dinámico del comercio mundial y las cambiantes corrientes geopolíticas, se espera que este proyecto desempeñe un papel clave en las cadenas de suministro a nivel regional y mundial en los próximos años.
En el corazón del proyecto y de las ambiciones de México se encuentra el imperativo de optimizar las redes de infraestructura a lo largo del corredor y el complejo industrial de Texistepec. Si bien se han logrado avances notables en la preparación del terreno para una mejor conectividad entre el Golfo de México y el Océano Pacífico, el camino que tenemos por delante probablemente tendrá un doble enfoque en la optimización de la infraestructura física y blanda, así como en la creación de un entorno empresarial atractivo. Las estrategias centradas en la logística se inclinarán por la integración fluida de las arterias de transporte, incluidos los ferrocarriles, las carreteras y los puertos, para permitir el flujo ininterrumpido de bienes y servicios entre las dos costas y los 10 complejos industriales. Además, la inversión en infraestructura digital y soluciones logísticas inteligentes será imperativa para maximizar la eficiencia y mitigar los riesgos operativos en una economía global cada vez más interconectada.
Fuente – Factor energetico