Agencias encarecen hasta 40% los vehículos
El mercado automotor de México es apetitoso para la industria china, porque se han conjuntado una serie de factores comerciales, tecnológicos, además de calidad y precio, que permiten a marcas del gigante asiático desafiar la predominancia que antes tenían las firmas estadunidenses, según muestran estadísticas oficiales y expertos.
Al territorio nacional han llegado 13 firmas automotrices de origen chino –se espera que arriben otras 7–, las cuales venden automóviles sólo para satisfacer el mercado interno, no para exportar.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en enero pasado dos de cada 10 autos vendidos en el país fueron importados de China. Esta participación se dio aun cuando, de las 37 marcas con presencia en México, sólo siete son del país asiático.
“A los chinos les interesa el mercado mexicano –que es muy amplio–, es apetitoso y lo estamos viendo en el consumo de productos automotores, vehículos o autopartes”, aseguró Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM.
Si bien en el país hay 13 firmas automotrices chinas que importan autos fabricados en la nación asiática, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) sólo ha aceptado a cuatro y está en pláticas para adherir a otras tres más, según comentó un directivo allegado a ese organismo.
El interés de China por participar en el mercado no sólo se limita a vender vehículos en México, sino también autopartes.
Datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA) indican que entre 2006 y noviembre de 2023 se han establecido 33 empresas chinas que fabrican partes de vehículos y que exportan hacia el mercado estadunidense bajo las reglas del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La participación de estas empresas en la fabricación de piezas de vehículos representó 4 por ciento en igual periodo.
Información de la INA indica que la exportación de autopartes a Estados Unidos de firmas chinas establecidas en México ascendió a mil 83 millones de dólares entre enero y octubre de 2023, monto que se tradujo en un aumento de 15 por ciento frente a igual periodo de 2022.
El dato representó 1.7 por ciento de la participación de las exportaciones de autopartes a Estados Unidos en los primeros 10 meses del año pasado.
China está avasallando a Estados Unidos en la industria que modificó el cambio tecnológico, que es la industria automotriz, describió Martínez Cortés.
Una fuente involucrada en el sector reconoció en entrevista con La Jornada que China tiene el escenario perfecto para su producción automotriz, pues tienen buen precio, tienen calidad, tienen tecnología y entrega.
Explicó que los mismos fabricantes en México han provocado la situación de alguna forma, pues no cuentan con modelos tan sofisticados, ni costos competitivos.
Con la llegada de estos autos a México se deja atrás la creencia de que los productos chinos eran de pésima calidad, sentenció Martínez Cortes.
Recordó que desde 2003-2008 China ya tenía las bases de su industria automotriz, pero a partir de 2023 ha llegado una nueva generación que cumple con tres condiciones: tecnología, diseño y lo más importante, un nuevo estándar de calidad.
La fuente allegada a la industria automotriz consultada destacó que los vehículos chinos que están llegando –que son la punta de lanza porque son híbridos y eléctricos– tienen precios muy competitivos.
Esto está vinculado a la capacidad de producción. Habrá muchos fabricantes que van a argumentar que hay una subvaluación (importación con un valor menor al costo real) o que la producción está subvencionada (subsidios)”.
No obstante, explicó que las firmas chinas están robotizadas y están usando la tecnología que en su momento les transfirieron todas las armadoras que llegaron al gigante asiático.
“Utilizan el exceso de capacidad instalada que tienen, más los materiales de los cuales poseen un dominio muy importante –las tierras raras para la producción de los chips– y disponen de las materias primas para las baterías.”
El coordinador del Lacen mencionó que China también ha encontrado en la logística un factor a su favor, pues tienen predominancia en el puerto Lázaro Cárdenas, de Michoacán, lo cual ha obligado al resto de las firmas a buscar otros canales de distribución.
En contraste, la logística para la industria nacional es más costosa y se suma que en el T-MEC se acordó –como parte de las reglas de origen– 75 por ciento de contenido regional y salarios de 16 dólares la hora, aunque los valores se pueden compensar.
Por su parte, la fuente del sector automotor señaló que la existencia de intermediarios o agencias automotrices son parte del encarecimiento de los autos producidos en México o América del Norte, pues buscan obtener una comisión hasta de 40 por ciento por la venta.
En cambio, firmas como BYD han optado por establecerse en tiendas departamentales, lo cual es un punto de inflexión para aumentar las ventas de los fabricantes nacionales.
Competitivo
El gran beneficiado de todo esto es el consumidor. Por ejemplo, la MG One de MG tiene un costo inicial de 485 mil pesos, mientras una Nivus de la alemana Volkswagen tiene un precio de 489 mil pesos o una Seltos de la coreana Kia alcanza 512 mil pesos.
La estrategia que va a tener nuestro segmento local para mejorar las ventas es ahora sí ponerse a trabajar en crédito blando, más accesible, los concesionarios o distribuidores van a tener que sacrificar sus márgenes de utilidad y crecer de una forma más inteligente.
Sin sanciones
Martínez Cortés subrayó que China tiene grandes oportunidades en México: los autos que importa para el mercado interno y las autopartes para vender en México o Estados Unidos, así como las que se producen en empresas chinas en territorio mexicano para el mercado local y de exportación.
El catedrático de la UNAM aseguró que las acusaciones de subvaluación no se descartan, pero para ello debe existir una demanda de una empresa o por oficio. En ambos casos se debe tener la prueba de que sí hay una práctica desleal, pero no hay nada.
Acotó que bajo las estrictas reglas del T-MEC, Estados Unidos no puede sancionar a México por la importación de autos chinos, porque son para consumo local.
Fuente – La Jornada