Apoyos extraordinarios en efectivo que recibieron trabajadores desplazados de parte de los gobiernos de los países donde laboran, así como la depreciación cambiaria en el país de origen y un cambio en los canales de envío de remesas, de informales a formales, explican solidez de envíos en plena pandemia.
México se convirtió en el segundo mayor receptor de remesas en el año de la pandemia de Covid-19, el 2020, al captar 43,000 millones de dólares, reveló este miércoles el Banco Mundial.
Por encima de México, los hogares de China recibieron casi el doble de los envíos captados por las familias mexicanas, equivalentes a 83,000 millones de dólares, evidenciaron expertos del organismo al interior del reporte “Resistencia. La crisis del Covid-19, con el foco en la migración”.
México se ha mantenido entre los líderes receptores de remesas en al menos una década. Solo el año previo al reporte del organismo, en el 2019, México se ubicó como el tercer receptor mundial de remesas, al ingresar 38,500 millones de dólares y fue rebasado por la captación de China (68,400 millones de dólares) e India (83,100 millones de dólares).
La entrada histórica de remesas a México, durante el año de la pandemia es explicada por expertos del Banco Mundial por tres factores:
- La disposición de recursos de los trabajadores desplazados, producto de los apoyos extraordinarios en efectivo que les otorgaron los gobiernos de los países originadores de remesas.
- La fuerte depreciación del peso mexicano frente al dólar que abarató la compra de bienes, servicios y activos en México
- Un cambio en los canales de envío de remesas, de informales a formales, ante el cierre de los negocios y fronteras por la pandemia.
Bancarización y sectores esenciales
En el reporte, hicieron un acercamiento al caso de México y explicaron que el cierre de fronteras decretado desde Estados Unidos para limitar la velocidad del contagio, limitó la posibilidad de hacer entregas en efectivo de dólares.
Estos canales informales incluyen envíos de efectivo que puede pasar de mano en mano así como otros medios no precisados que también son informales.
Muchos municipios en México que solían recibir remesas por canales informales arrojaron aumentos en la apertura de cuentas bancarias desde el inicio de la pandemia”. Este hecho también puede estar detrás de la solidez de los envíos reportados este año.
Y otro factor detrás es explicado por la resistencia de los sectores donde se emplean los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, que pese al cierre de negocios, eran de carácter esencial y pudieron conservar sus empleos. Se refiere en específico al sector de alimentos y agricultura.
El comportamiento mundial
De acuerdo con lo descrito en el reporte, el registro mundial de remesas hacia países de ingresos bajos y medios sumó 540,000 millones de dólares en 2020. Este flujo superó en 1.6% el total de los envíos inscritos en el año previo y contrasta con el incremento de 9.9% anual que llegó a México también en 2020, según las cifras del organismo.
En el mismo reporte, los expertos del Banco Mundial señalaron que ante la expectativa del crecimiento mundial para este año, se espera que los flujos de remesas a los países de ingresos bajos y medios aumente 2.6% este año, para alcanzar 553,000 millones de dólares.
Si bien es cierto que aumentaron los envíos de remesas por canales electrónicos ante el cierre de fronteras que se decretó para tratar de limitar el contagio del Covid-19, “se cree que el tamaño real de las remesas es mayor al reportado oficialmente”, reconocieron.
Basándose en esta hipótesis, los expertos del Banco Mundial estimaron que este año podría reducirse el flujo de remesas en el planeta entero al reabrirse las fronteras, pero matizaron que los envíos pueden moderarse. México es identificado como un país de ingreso medio.
Fuente: www.eleconomista.com.mx
Foto: AFP