La industria nacional denunció un desorden logístico e infraestructura en la aduana de Manzanillo, Colima, operado por las empresas Contecon y Hazesa, que agrava la crisis de suministro de las cadenas productivas, sumada al desabasto de mercancías desde Asia.
La industria nacional denunció un desorden logístico e infraestructura en la aduana de Manzanillo, Colima, operado por las empresas Contecon y Hazesa, que agrava la crisis de suministro de las cadenas productivas, sumada al desabasto de mercancías desde Asia.
El presidente de la Concamin, José Abugaber, dijo que los puertos operan al 50%, debido a la pandemia por el Covid-19, lo cual ocasiona retrasos de entrada y salida de mercancías, desabasto de productos e incremento de hasta 35% en los costos de producción.
Precisó que la Marina, al tomar el control en la operación de los puertos, en conjunto con el SAT, “no se dan abasto”, mientras que las empresas que operan la carga y descarga de mercancías, han alentado el movimiento portuario e incremento de costos.
Es urgente que el gobierno federal invierta en infraestructura logística, porque existe un cuello de botella en las vialidades de autos de la ciudadanía con los trailers con cargamento.
En conferencia de prensa, Ruben Masayi, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, dijo que las empresas portuarias concesionadas (Contecon y Hazesa) “no han invertido” en los últimos años, y esto los ha rebasado en la crisis de abasto mundial, a raíz de la pandemia por Covid-19.
“El problema es quien está concesionado a bajar del barco y subir al transporte, son empresas privadas (Contecon y Hazesa). Fuimos a exigirles infraestructura, nos hablaron de grúas; hacía falta que llegáramos los que verdaderamente estamos preocupados de la carga, son los que son los encargados de la manufactura. Necesitamos ponernos a exigirle al transporte que entre a las reglas. Los montacarguistas tienen que entrar a un rol de ajuste. No es un tema de la marina, sino también de lo que se concesionó”, comentó el líder empresarial de Jalisco.
Créditos: lilia.gonzalez@eleconomista.mx
